martes, 17 de mayo de 2011

protecis de mano el futuro

El procedimiento consistió en reconducir hacia el pecho los nervios que quedaron de las extremidades. De esa forma, si se aplicaba presión sobre sus pechos, los dos pacientes podían sentir los brazos y manos que perdieron. En algunas pruebas, los pacientes podían identificar incluso el lugar de la mano que era tocado.

Los resultados se publicaron en la revista de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos.

Como si fuera su mano

El doctor Todd Kuiken, quien dirigió el estudio, indicó que, en el futuro, este método puede llevar a que estos nervios de las extremidades perdidas sean reconducidos a prótesis como manos, pies y brazos artificiales, dotándolos de sentido del tacto.

Se cree que los pacientes que participaron en el experimento son el primer hombre y la primera mujer que usaron brazos biónicos que podían controlar.

A Claudia Mitchell, una ex integrante de la Marina de Estados Unidos, se le proveyó, el año pasado, un nuevo brazo, tras perder el suyo en un accidente de motocicleta. Jesse Sullivan, quien sufrió la perdida de sus dos brazos, recibió un brazo biónico en 2001. Tanto Mitchell como Sullivan pueden doblar su ropa, comer bananas y lavar los platos.


Cómo sentiría la mano biónica


Los nervios del brazo se conectan al pecho luego de la amputación.


Los sensores cutáneos comienzan a recuperar la sensibilidad.


Los músculos que contienen nervios reactivados envían mensajes al brazo, tal como hacían los antiguos centros de control.


Cuando se tocan distintas partes del pecho, la sensación se refleja en la mano.


Esto sucede porque los diferentes nervios se relacionan a distintas áreas de la mano.

Avance dramático

Los electrodos que se instalaron en el arnés del hombro de cada paciente permitieron detectar los mensajes emitidos desde el cerebro hasta el músculo del pecho y los condujeron hasta el brazo. El paso siguiente abre la puerta al sentido del tacto, cuya carencia es la principal limitación de las extremidades artificiales.

Los dos pacientes que formaron parte del estudio distinguieron la sensación percibida en sus pechos de la que le atribuían a la captada por sus manos. En algunos casos, fueron capaces de señalar exactamente en qué parte de la mano la sensación se estaba produciendo.

La doctora Sellaiah Sooriakumaran, una especialista en rehabilitación en el hospital Queen Mary, en Inglaterra dijo que era un paso importante. "Proveer a las prótesis de una habilidad sensorial mejorará dramáticamente sus funcionalidad y su aceptación por parte del paciente", dijo Sooriakumaran

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